El caos emocional como una oportunidad

Emociones alborotadas, mecanismos de defensa, el ataque o la huida, energías mal integradas y desafíos cotidianos.

El aquí y ahora se vuelve efímero por un pasado o un futuro que se roban la atención. La relatividad del tiempo y su inevitable transcurso, porque al fin y al cabo, el tiempo pasa, y entre el pensar y el hacer consciente, hay un paso, ese paso que te da la bienvenida al empoderamiento, a la certeza.

Lo que necesitás para dar ese paso es:

 

  • Predisposición
  • Re-direccionar la atención
  • Práctica

 

Se vuelve fundamental:

 

  • Soltar todo lo viejo, lo que no funciona, el disco rayado cual White Chestnut.
  • Paciencia, comprendiendo las resistencias que habrá a lo nuevo y desconocido.
  • Compromiso, tu vida lo vale

 

Y transitar el proceso comprende:

 

  • Una verdad. Algo no anda bien. Aceptar y reconocer.
  • Sentir amor por nuestra historia. Es una parte nuestra que necesita y busca ser integrada, no juzgarnos.
  • El conocimiento llega luego de esa integración, silenciar la mente, soltar el control de saberlo todo.

 

En los momentos en los que nuestras emociones o pensamientos nos desbordan, la catarsis, desde la voz, desde el cuerpo, desde las entrañas siempre es una gran herramienta. La desventaja que tiene, es que el gasto de energía sigue siendo muy alto, por eso seguimos avanzando y luego de la catarsis buscamos la sublimación, entendiéndola como la posibilidad no sólo de descarga y liberación sino de creación y re-dirección.

Patanjali, gran exponente de la filosofía hindú, el Yoga, habla del truco de transformar los sentimientos, y dice así: “Si estás enojado y reprimes el enojo sin pensar en la compasión, entonces es represión. Continúas empujándolo hacia abajo y sonríes y actúas como si no estuvieras enojado… y el enojo está burbujeando allí e hirviendo allí y listo para estallar. Entonces es represión. No, no estamos reprimiendo nada, y no estamos creando una sonrisa ni nada; simplemente estamos cambiando la polaridad interior.”

 

¿Dónde está tu atención?

 

Cuando te sientas enojada intentá concentrarte en su opuesto, la compasión; cuando tengas miedo, buscá un espacio de silencio para meditar en el amor. No es represión, es sublimar, llevar la atención al opuesto. Un truco es como nadar o andar en bici, una vez aprendido no se olvida.¡Es una práctica! La sublimación es un truco. Trabajar con el otro lado de la moneda, con el complementario, es una gran herramienta. Del otro lado del miedo siempre está el amor, solo hay que atreverse a la flexibilidad y a comprender las relaciones como puentes, donde del otro lado siempre hay alguien. Otro que siente, piensa y también tiene su historia. La emoción, como el pensamiento, dejarla seguir viaje, imitando el agua de un río, que siempre está en movimiento. Cómo te trata la gente es su karma, cómo tú respondas, el tuyo. En la reactividad hay una clara identificación con la emoción basada muchas veces en traumas. Solo es tu responsabilidad cómo respondes, nunca podés cambiar la acción del otro, pero si tu rol en la relación. Empatía, comprensión y sobre todo amor. Pensar los dos lados de la moneda no es pensar en dualidad, sino sentir la complementariedad, así como el día y la noche.

Cuando estés haciendo un recorte de una parte, ya sea tuya, de una situación o de otra, y sentís que tu mente está como un disco rayado mareándose en lo mismo, permitite ampliar. Dedicarle más tiempo a lo que si bien no da esos resultados inmediatos y maravillosos, te abre una puerta que se siente aire de libertad. Date tiempo, no te desalientes y si sucede, no te preocupes y volvé a intentarlo, las veces que sea necesario.

¡Eso sí! no caigas en comparación y sobre-exigencias que solo nos llevan al abandono y hasta el castigo. El objetivo es comprender-te y descubrir tu propio equilibrio. No hay recetas exactas, hay consejos y la vida para intentarlo. Los pasos van cambiando longitud, frecuencia y ritmo según cada persona y según cada momento. Que la auto-exigencia versus el cuelgue encuentren equilibrio, yendo paso a paso. El ritmo lo marcás vos. Siempre mejorando y sobre todo, ¡escuchándote! Si las respuestas están adentro, hay que aprender a escuchar-nos.

Desde tu intimidad algunas cotidianidades te pueden ayudar a descubrirte:

 

  • tu ciclo menstrual
  • tu constitución según el Ayurveda (doshas)
  • tu sello maya o tus datos natales astrológicos
  • tu árbol genealógico
  • vivir el proceso acompañada

 

Un cambio en tu cotidianidad volverá tu vida un viaje digno de transitar y disfrutar. Claves sencillas que poco a poco formarán parte de nuevos hábitos y con ellos la actitud frente a las diferentes situaciones de la vida se volverá más flexible. Como resultado, estaremos mejor con nosotras mismas y nos sentiremos más centradas. Colaborando y compartiendo con otros. Esta es la semilla. ¡Bienvenida!

 

Sesiones
Si buscás conectar con tu propósito, cultivar tu intuición y espiritualidad, te invito a conocer mis propuestas.