Desde el Yoga se busca la unión y la armonía. La Respiración, proceso vital, es un eje fundamental ya que es la responsable de:
- Aliento de vida
- Calmar la mente
- Silenciar pensamientos
- Despertar la percepción e intuición
- Purificar
Las rutinas y los tiempos los vas a ir moldeando, sola o junto a algún terapeuta, guía o profesor. Lo importante es comenzar y al menos 15 minutos son necesarios.
Imagina estos momentos como:
- Un rito
- Un acto de amor
- Una cita con vos misma
Podés realizar las respiraciones, sentada, en el suelo o una silla, donde estés cómoda y puedas mantener la espalda erguida. Otra postura recomendada es acostada (permite usar toda la capacidad pulmonar). Si sentís que tu respiración es muy entrecortada, utilizá esta postura al menos tres veces a la semana, tomándote unos minutos para respirar consciente cada vez.
Vas a detenerte un instante a observar lo siguiente:
- Descansa tus manos sobre la falda o rodillas. Palma izquierda hacia arriba, energía femenina que recibe. Palma derecha hacia abajo, energía masculina que activa y da.
- Observa tu columna vertebral, siente una postura relajada pero firme, como si del centro de tu coronilla un hilo jalara hacia arriba suavemente.
- Utiliza la exhalación para aflojar tus hombros y los gestos de tu cara, entrecejo, mandíbula.
- Si estás acostada vas a sentir que tu cintura y tu cuello no estén forzados, que tu cuerpo esté relajado. Podés girar las palmas de las manos hacia arriba, para rotar tus hombros y facilitarles la comodidad.
- Usa almohadones, toallas enrolladas, música, aromas
No es necesario que todo esté perfecto, ya es perfecto que te dispongas a hacerlo.
Mis primeros intentos fueron literalmente entre nefastos y graciosos. ¡Algo tan sencillo me alteraba tanto!. Por suerte no me di por vencida, porque respirar conscientes, al menos unos 5 minutos al día, es un regalo que te lleva a un camino simple, abundante y alegre.
Empezarás observando tu respiración:
¿Es ruidosa?
¿Es cortada?
¿Es por nariz o por boca?
¿Llega el aire al fondo de los pulmones? ¿Sientes una respiración más bien de pecho? ¿No pasa el diafragma?
¿Tu cuerpo se relaja o se contrae?
¿Puedes prestarle atención? ¿Cualquier cosa te distrae? ¿Te molesta?
Intentá no detenerte en ninguna respuesta, muy de a poco vas a despejarte y llevar toda la atención al aire y así, vas a empezar a inhalar y exhalar por nariz, en la medida de lo posible de manera silenciosa.
Cuando inhalás vas a sentir que el aire entra por las fosas nasales, pasa por el pecho, abre y levanta las costillas, hasta que sientes como el abdomen se llena de aire inflándose.
Al exhalar el recorrido del aire es inverso, primero sentimos que el ombligo se va hundiendo, las costillas bajan y se juntan, hasta que el aire sale por las fosas. Haremos esta respiración mínimo 5 veces. Podemos también contar, inhalamos en 4, exhalamos en 4. O quizás hacer la exhalación un poquito más larga. Busca el número que te quede cómodo, puede ser 3, 4, 5, descúbrete, y siempre vas a ir progresando y subiendo tu capacidad de respiración, paso a paso.
Es importante que tu respiración sea cómoda, no hay que forzarla ni sobreexigirnos, es con la práctica y el nuevo hábito que la respiración va a ir mejorando. Una vez superado esta instancia, haremos ejercicios más profundos, más largos y también empezaremos a incorporar la retención con aire y sin aire en los pulmones, así como también la respiración alternada, es decir, respiraremos por una fosa nasal (los ejercicios siempre empiezan y terminan por el lado izquierdo) y luego por la otra, cambiando ritmos y retenciones (con aire y sin aire en los pulmones) según el objetivo buscado.
En Yoga, los ejercicios de respiraciones controlada, conscientes, alternados y con retenciones, se denominan ejercicios de Pranayama. Estos ejercicios permiten la regulación de nuestras propias energías, facilitando el dinamismo, la vitalidad y la claridad mental.
Espero te sirva de guía y ayuda en este hermoso camino de la calma y la auto-regulación de energía, ¡buen día!